Piedras en caja con compartimentos (Laura Wittner)

Una piedra pesada con forma de papa.
Una piedra redonda color verde cloro.
Una piedra que es casi una cucarachita.
Una piedra con pecas, un poco marchita.

Una roca que no entra en su compartimento.
Un cristal arenoso como un aguaviva.
Un guijarro aplastado, pulido, bien fino
encontrado una tarde en medio del camino.

Una piedra de río con capas de mica.
Una piedra de mar incrustada de nácar.
Un piedrón. Un piedrín. Un cuarzo. Una turquesa.
Una piedra lunar. Una piedra sorpresa.


Video

No queremos que nos persigan (Néstor Perlongher)

ni que nos prendan
ni que nos discriminen
ni que nos maten
ni que nos curen
ni que nos analicen
ni que nos expliquen
ni que nos toleren
ni que nos comprendan:
lo que queremos es que nos deseen.

Ya no (Idea Vilariño)

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo ni nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.

Pido disculpas... (Luis Alberto Spinetta)

Pido disculpas 
a los días de Pascua 
por haberme roto la boca 
con el humo de la adormidera.

Pido disculpas 
a la gloriosa peluca 
por haberla pisado 
con mi aplanadora de estiércol.

Pido disculpas 
a la muerte 
por haberme reído 
mientras transcurría.

Pido disculpas 
al enano 
por haberle vomitado un calibre.

Pido disculpas 
al blanco asiento 
por haberle escrito 
mi nombre con sangre.

Pido disculpas al ratero 
por haberle robado 
la joya robada 
y haberla arrojado a su cráneo.

Pido disculpas 
por haberme borrado 
de la foto a pinchar,

Pero no pido disculpas 
por la alegría que tuve 
sin saber por qué.

Azul el aire... (Hugo Gola)

Azul el aire
los árboles
los pastos
azul elcielo
tus ojos
mis manos
azul el humo
y estas largas vías despobladas
y este tren que me lleva
azul el sol
azul azul
toda esta niebla
extendida hasta el cielo
desde mi corazón azul
desde mi aliento

Azul hundido en mí
gritando
azul abierto bajo mis pies
azul ceñido
opaco
muralla azul
límite azul
que subes
y que subes
pero de pronto
llegas
y te toco
con mis dedos azules

Me hundo en ti
me olvido en ti
y vuelvo a alcanzar aquel extremo azul
cuando la tarde
ya inclinada
derrama en el aire
su misterio.


Andan los relojes... (Gonzalo Millán)

Andan los relojes.
Andan los planetas.
¿Cómo andamos?
Ando a tropezones.
Ando enfermo.
Ando con hambre.
Ando sin plata.
Ando andrajoso.
Ando sucio.
Ando solo.
Ando comiendo.
Ando huyendo.
¡Andate! me dijeron.
Andan tras de mí.
Ando por los andenes.
¡Andando!
Adiós.
Los Andes están nevados.

Siempre (Alejandra Pizarnik)

Cansada del estruendo mágico de las vocales
Cansada de inquirir con los ojos elevados
Cansada de la espera del yo de paso
Cansada de aquel amor que no sucedió
Cansada de mis pies que sólo saben caminar
Cansada de la insidiosa fuga de preguntas
Cansada de dormir y de no poder mirarme
Cansada de abrir la boca y beber el viento
Cansada de sostener las mismas vísceras
Cansada del mar indiferente a mis angustias
¡Cansada de Dios! ¡Cansada de Dios!
Cansada por fin de las muertes de turno
a la espera de la hermana mayor
la otra la gran muerte
dulce morada para tanto cansancio.

Your face (Bill Plympton)



Miedo (Pedro Guerra)





Tienen miedo del amor y no saber amar
Tienen miedo de la sombra y miedo de la luz
Tienen miedo de pedir y miedo de callar
Miedo que da miedo del miedo que da
Tienen miedo de subir y miedo de bajar
Tienen miedo de la noche y miedo del azul
Tienen miedo de escupir y miedo de aguantar
Miedo que da miendo del miedo que da
El miedo es una sombre que el temor no esquiva
El miedo es una trampa que atrapó al amor
El miedo es la palanca que apagó la vida
El miedo es una grieta que agrandó el dolor
Têm medo de gente e de solidão
Têm medo da vida e medo de morrer
Têm medo de ficar e medo de escapulir
Medo que dá medo do medo que dá
Têm medo de ascender e medo de apagar
Medo de espera e medo de partir
Têm medo de correr e medo de cair
Medo que dá medo do medo que dá
O medo é uma linha que separa o mundo
O medo é uma casa aonde ninguém vai
O medo é como un laço que se aperta em nós
O medo é uma força que não me deixa andar
Tienen miedo de reir y miedo de llorar
Tienen miedo de encontrarse y miedo de no ser
Tienen miedo de decir y miedo de escuchar
Miedo que da miedo del miedo que da
Têm medo de parar, medo de avançar
Têm medo de amarrar e medo de quebrar
Têm medo de exigir e medo de deixar
Medo que dá medo do medo que dá
O medo é uma sombre que o temor nao desvia
O medo é uma armadilha que pegou o amor
O medo é uma chave que apagou a vida
O medo é uma brecha que fez crecer a dor
El miedo es una raya que separa el mundo
El miedo es una casa donde nadie va
El miedo es como un lazo que se aprieta en nudo
El miedo es una fuerza que me impide andar
Medo de olhar no fundo
Medo de dobrar a esquina
Medo de ficar no escuro
De passar em branco de curzar a linha
Medo de se achar sozinho
De perder a rédea a pose e o prumo
Medo de pedir arrêgo
Medo de vagar sem rumo
Medo estampado na cara
Ou escondido no porão
Medo circulando nas veias
Ou em rota de colisão
Medo é de deus ou do demo?
É ordem ou é confusão?
O medo é medonho
O medo domina
O medo é a medida da indecisão
Medo de fechar a cara, medo de encarar
Medo de calar a boca, medo de escutar
Medo de passar a perna, medo de cair
Medo de fazer de conta, medo de iludir
Medo de se arrepender
Medo de deixar por fazer
Medo de amargurar pelo que não se fez
Medo de perder a vez
Medo de fugir la raia na hora h
Medo de morrer na praia depois de beber o mar
Medo que dá medo do medo que dá
Medo que dá medo do medo que dá
Medo que medo que dá
Dá medo o medo que deu o medo que dá

Diálogo de Chile (Raúl Zurita)

Verás un mar de piedras
Verás margaritas en el mar
Verás un Dios de hambre
Verás el hambre
Verás figuras como flores
Verás un desierto
Verás el mar en el desierto
Verás tu odio
Verás un país de sed
Verás acantilados de agua
Verás nombres en fuga
Verás la sed
Verás amores en fuga
Verás el poco amor
Verás flores como piedras
Verás sus ojos en fuga
Verás cumbres
Verás margaritas en las cumbres
Verás un día blanco
Verás que se va
Verás no ver
Y llorarás

Las cosas (Roberta Iannamico)

Siempre con las cosas
la ropa
los platos
los huevos duros
el agua de la canilla
los juguetes tirados
lo caliente
lo frío
lo suave
lo pesado
las cosas que entran
en una mano
eso es lo que tengo
para armar un mundo.

Es la baba (Oliverio Girondo)

Es la baba.
Su baba.
La efervescente baba.
La baba hedionda,
cáustica;
la negra baba rancia
que babea esta especie babosa de alimañas
por sus rumiantes labios carcomidos,
por sus pupilas de ostra putrefacta,
por sus turbias vejigas empedradas de cálculos,
por sus viejos ombligos de regatón gastado,
por sus jorobas llenas de intereses compuestos,
de acciones usuarias;
la pestilente baba,
la baba doctorada,
que avergüenza la felpa de las bancas con dieta
y otras muelles poltronas no menos escupidas.
La baba tartamuda,
adhesiva,
viscosa,
que impregna las paredes tapizadas de corcho
y contempla el desastre a través del bolsillo.
La baba disolvente.
La agria baba oxidada.
La baba.
¡Sí! Es su baba...
lo que herrumbra las horas,
lo que pervierte el aire,
el papel,
los metales;
lo que infecta el cansancio,
los ojos,
la inocencia,
con sus vermes de asco,
con sus virus de hastío,
de idiotez,
de ceguera,
de mezquindad,
de muerte.

Foutaises (Jean-Pierre Jeunet)

Por (Spinetta \ Pescado Rabioso)



Árbol
Hoja
Salto
Luz
Aproximación
Mueble
Lana
Gusto
Pie

Mar
Gas
Mirada
Nube
Loba
Dedo
Cal
Gesticulador
Hijo
Cama
Menta
Sien
Rey
Fin
Sol
Amigo
Cruz
Alga
Dado
Cielo
Riel
Estalactita
Mirador
Corazón
Hombre
Rayo
Felpa
Sed
Extremidad
Insolación
Parecer
Clavo
Coito
Dios
Temor
Mujer
Por

Gratitud (Oliverio Girondo)

Gracias aroma
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez 
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girondo,
agradecido.

Cansancio I (Oliverio Girondo)

Cansado
¡Sí!
Cansado
de usar un solo brazo,
dos labios,
veinte dedos,
no sé cuántas palabras,
no sé cuántos recuerdos,
grisáceos,
fragmentarios.
Cansado,
muy cansado
de este frío esqueleto,
tan púdico,
tan casto,
que cuando se desnude
no sabré si es el mismo
que usé mientras vivía.

Cansado.
¡Sí!
Cansado
por carecer de antenas,
de un ojo en cada omóplato
y de una cola auténtica,
alegre,
desatada,
y no este rabo hipócrita,
degenerado,
enano.

Cansado,
sobre todo,
de estar siempre conmigo,
de hallarme cada día,
cuando termina el sueño,
allí, donde me encuentre,
con las mismas narices
y con las mismas piernas;
como si no deseara
esperar la rompiente con un cutis de playa,
ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,
acariciar la tierra con un vientre de oruga,
y vivir, unos meses, adentro de una piedra.


Cansancio (II) (Oliverio Girondo)

Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y 
.......................................................................[remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo remanoseado y 
                                                          [relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefalo
escombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansado
en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio
remeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio