Las ballenas cantan canciones de amor a través de los océanos
y nunca se repiten.
Son canciones de cortejo
se escuchan a diez mil millas de distancia.
¿No iba yo a invocar tu nombre
a través de los océanos de las avenidas
a través de las misteriosas estelas de los astros
a través de los autos y las urbanizaciones
a través de las plazas de estacionamiento
y la rambla que limita al mar
y su desembocadura?
Cortejo (Cristina Peri Rossi)
Qué es el mar (Sergio Raimondi)
El barrido de una red de arrastre a lo largo del lecho,
mallas de apertura máxima, en el tanque setecientos mil
litros de gas-oil, en la bodega bolsas de papa y cebolla,
jornada de treinta y cinco horas, sueño de cuatro, café,
acuerdos pactados en oficinas de Bruselas, crecimiento
del calamar illex en relación a la temperatura del agua
y las firmas de aprobación de la Corte Suprema, circuito
de canales de acero inoxidable por donde el pescado cae,
abadejo, hubbsi, transferencias de permiso amparadas
por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca; ahí:
atraviesa el fresquero la línea imaginaria del paralelo, va
tras una mancha en la pantalla del equipo de detección,
ignorante el cardumen de la noción de millas o charteo,
de las estadísticas irreales del INIDEP o el desfasaje
entre jornal y costo de vida desde el año mil novecientos
noventa y dos, filet de merluza de cola, SOMU y pez rata,
cartas de crédito adulteradas, lámparas y asiático pabellón,
irrupción de brotes de aftosa en rodeos británicos, hoki,
retorno a lo más hondo de toneladas de pota muerta
ante la aparición de langostino (valor cinco veces mayor),
infraestructura de almacenamiento y frío, caladero, eso.
Pedimos (Roque Dalton)
Pedimos que nos amen, que nos dejen amar,
pedimos que nos hagan quedarnos solos atados a los ángeles,
que no dejen testigos desde ahora
esperando la imagen
honda de nuestras lágrimas;
pedimos que no insistan en herirnos el lugar de la ira,
pedimos que las esposas doren el blanco pan
y nos conviden a la mesa del júbilo,
que los muchachos y las muchachas
recuesten su frescura de musicales líquenes
sobre la llamarada que nos nació en las voces,
pedimos la sonrisa
desde nuestra lastimadura más presente
y el escudo fraterno desde el opaco miedo
que nos podría suceder;
pedimos el abrazo,
el ambulante nido para la desangrada palabra
que un día descubrimos y que venimos ahora a repartir…
Espacio... (George Perec)
ESPACIO
ESPACIO LIBRE
ESPACIO CERRADO
ESPACIO PRESCRITO
ALTA DE ESPACIO
ESPACIO CONTADO
ESPACIO VERDE
ESPACIO VITAL
ESPACIO CRÍTICO
POSICIÓN EN EL ESPACIO
ESPACIO DESCUBIERTO
DESCUBRIMIENTO DEL ESPACIO
ESPACIO OBLICUO
ESPACIO VIRGEN
ESPACIO EUCLIDIANO
ESPACIO AÉREO
ESPACIO GRIS
ESPACIO TORCIDO
ESPACIO DEL SUEÑO
BARRA DE ESPACIO
PASEOS POR EL ESPACIO
GEOMETRÍA DEL ESPACIO
MIRADA QUE EXPLORA EL ESPACIO
ESPACIO TIEMPO
ESPACIO MEDIDO
LA CONQUISTA DEL ESPACIO
ESPACIO MUERTO
ESPACIO DE UN INSTANTE
ESPACIO CELESTE
ESPACIO IMAGINARIO
ESPACIO NOCIVO
ESPACIO BLANCO
ESPACIO DEL INTERIOR
EL PEATÓN DEL ESPACIO
ESPACIO QUEBRADO
ESPACIO ORDENADO
ESPACIO VIVIDO
ESPACIO BLANDO
ESPACIO DISPONIBLE
ESPACIO RECORRIDO
ESPACIO PLANO
ESPACIO TIPO
ESPACIO EN TORNO
TORRE DEL ESPACIO
A ORILLAS DEL ESPACIO
ESPACIO DE UNA MAÑANA
MIRADA PERDIDA EN EL ESPACIO
LOS GRANDES ESPACIOS
LA EVOLUCIÓN DE LOS ESPACIOS
ESPACIO SONORO
ESPACIO LITERARIO
LA ODISEA DEL ESPACIO
Lo (Luis Pescetti)
Lo que
viniste
Lo que
me gusta
Lo que
me cansa
Lo que
te tira
Lo que
me aplasta
Lo que
me resta
Lo que
me asusta
Lo que
me besa
Lo que
me busca
Lo que
me lleva
Lo que
me enseña
Lo que
me llega
Lo que
me gusta
Lo que
te pienso
Lo que
te ilustra
Lo que
fuiste
Lo que
te veo
Lo que
te sueño
Lo que
te quiero
Lo que
te llevo.
Lo que
te sigo
Lo que
te digo
Lo que
te leo.
Lo que
te traigo
Lo que
te dejo
Lo que
me llevo.
Lo que
te abrazo.
Lo que te espero.
Sobreviviente (Roger Mac Gough)
Todos los días
pienso en la muerte.
En la enfermedad, el hambre,
la violencia, el terrorismo, la guerra.
Me ayuda
a distraerme.
Las causas (J. L. Borges)
Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta
de Adán. El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del calidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
para que nuestras manos se encontraran.
Un árbol tatuado... (Otto Raúl González)
Un árbol tatuado de retoños
un zenzontle que dialoga con el cielo
el sabor de una fruta o de una estrella
un collar de hipocampos, una muda caricia,
un niño que ríe, un adiós para siempre,
el sonido del agua al caer en los vasos,
el otoño sangrando en las ventanas
el nacimiento de un río o de una idea,
la cólera del mar frente a las rocas,
las flores de cristal cultivadas en Marte,
el mundo a través de una lágrima,
la lluvia lila de los jacarandás,
la mirada de los héroes, la lucha de los pueblos,
las voces subterráneas de los pozos,
las doncellas que desgranan maíz en el patio,
las casas de huéspedes de las mariposas,
los zapatos del viento,
un becerro de tres días,
un hombre y una mujer desnudos;
eso es la poesía y también algo más.
Despedida (Jorge Teillier)
Me despido de mi mano
que pudo mostrar el paso del rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.
Para que vuelvan a ser bosques y
arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían los ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.
Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.
Me despido de las Virtudes y de las
Gracias del planeta:
Los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.
Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino,
y para los cuales todos los días
no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.
Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo
cualquiera tarde de esas que se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.
Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.
Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia
–la sal y el agua
de mis días sin objeto
y me despido de estos poemas:
palabras, palabras –un poco de aire
movido por los labios– palabras
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar.
Proximidad (Jorge de la Vega)
Estar cerca, aproximarse,
Enumerandoló (Idea Vilariño)
Amor sideral (Edson Velandia \ con Sofía Viola)
Acá en los barrios... (Mariano Blatt)
Acá en los barrios convivimos personas,
plantas,
perros, aves, insectos,
el viento y los comercios.
autos,
bicis,
sonidos del tren,
una radio prendida,
agua,
que corre por los caños,
el teléfono,
que sonó ayer a la mañana,
un taladro, dos bocinazos
y esa frase escuchada por la mitad.
Por eso (Pedro Mairal)
porque yo me desierto y tú me lluvias
porque me océano y me balsas
porque me otoño y tú me hojas
porque me sótano y me alas
por eso yo te músico y me músicas
por eso yo te potro y tú me frutas
y yo te marinero y me tabernas
y yo te remolino y me lagunas
por eso yo te circo y tú me infancias
por eso te amarillo y me amarillas
y te barco y me arenas
y te astro y me noches
y te buzo y me perlas
y te campo y me flores
por eso yo te viento y tú me crines
por eso te crepúsculo y me auroras
por eso yo te cielo y tú me golondrinas
He visto a Dios… (Mario Levrero)
He visto a Dios
cruzar por la mirada de una puta
hacerme señas con las antenas de una hormiga
hacerse vino en un racimo de uvas olvidado en la parra
visitarme en un sueño con el aspecto repulsivo de una babosa gigantesca;
he visto a Dios en un rayo de sol que oblicuamente animaba la tarde;
en el buzo violeta de mi amante después de una tormenta;
en la luz roja de un semáforo
en una abeja que libaba empecinadamente de una florcita
miserable, mustia y pisoteada, en la plaza Congreso;
he visto a Dios incluso en una iglesia.
Milonguética (Alfredo Tape Rubín)
La cogida y la muerte (Federico García Lorca)
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones del bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.
Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!
Cosas que pasaron a la misma hora (after Lorca) (Fabián Casas)
El viejo del brazalete negro
cerró el libro
y dejó sus lentes sobre la mesa.
A las cinco de la tarde.
Las hinchadas se encontraron en el dock
para ver quién la tenía más larga.
A las cinco de la tarde.
Empezó una vez más
“Frankenstein conquista Tokio”
en Sábados de Super Acción.
A las cinco de la tarde.
Se hizo justicia
y el toro
se probó
al torero
de visera.
Sueños (Nicanor Parra)
Sueño con una mesa y una silla
Sueño que me doy vuelta en automóvil
Sueño que estoy filmando una película
Sueño con una bomba de bencina
Sueño que soy un turista de lujo
Sueño que estoy colgando de una cruz
Sueño que estoy comiendo pejerreyes
Sueño que voy atravesando un puente
Sueño con un aviso luminoso
Sueño con una dama de bigotes
Sueño que voy bajando una escalera
Sueño que le doy cuerda a una vitrola
Sueño que se me rompen los anteojos
Sueño que estoy haciendo un ataúd
Sueño con el sistema planetario
Sueño con una hoja de afeitar
Sueño que estoy luchando con un perro
Sueño que estoy matando una serpiente
Sueño con pajarillos voladores
Sueño que voy arrastrando un cadáver
Sueño que me condenan a la horca
Sueño con el diluvio universal
Sueño que soy una mata de cardo
Sueño también que se me cae el pelo.
Love (John Lennon)
Love is real, real is love
Love is feeling, feeling love
Love is wanting to be loved
Love is touch, touch is love
Love is reaching, reaching love
Love is asking to be loved
Love is you
You and me
Love is knowing
We can be
Love is free, free is love
Love is living, living love
Love is needing to be loved
Posibilidades (Wislawa Szymborska)
Prefiero el cine.
Prefiero los gatos.
Prefiero los robles a orillas del Warta.
Prefiero Dickens a Dostoievski.
Prefiero que me guste la gente
a amar a la humanidad.
Prefiero tener a la mano hilo y aguja.
Prefiero no afirmar
que la razón es la culpable de todo.
Prefiero las excepciones.
Prefiero salir antes.
Prefiero hablar de otra cosa con los médicos.
Prefiero las viejas ilustraciones a rayas.
Prefiero lo ridículo de escribir poemas
a lo ridículo de no escribirlos.
Prefiero en el amor los aniversarios no exactos
que se celebran todos los días.
Prefiero a los moralistas
que no me prometen nada.
Prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula.
Prefiero la tierra vestida de civil.
Prefiero los países conquistados a los conquistadores.
Prefiero tener reservas.
Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.
Prefiero los cuentos de Grimm a las primeras planas
del periódico.
Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.
Prefiero los perros con la cola sin cortar.
Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.
Prefiero los cajones.
Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado
a muchas otras tampoco mencionadas.
Prefiero el cero solo
al que hace cola en una cifra.
Prefiero el tiempo insectil al estelar.
Prefiero tocar madera.
Prefiero no preguntar cuánto me queda y cuándo.
Prefiero tomar en cuenta incluso la posibilidad
de que el ser tiene su razón.
Lugares donde la vi (Fabián Casas)
En la Plaza de la Revolución,
en el brazo del Gran Jugador,
en la remera del cantante pop,
en la mente del estudiante agrario,
escondida debajo del tatami,
en el free shop de Miami
y en los ojos de los siberian dogs.
Ser tu perro (Sofía Viola)
Es la baba (Oliverio Girondo)
Podría... (Robin Mayers)
Las patrias (Mario Paoletti)
La complicidad (Cultura Profética \ por Perotá Chingó)
Llorar... (Oliverio Girondo)
Agua podrida (Leo Maslíah)
Piedras en caja con compartimentos (Laura Wittner)
Una piedra redonda color verde cloro.
Una piedra que es casi una cucarachita.
Una piedra con pecas, un poco marchita.
Una roca que no entra en su compartimento.
Un cristal arenoso como un aguaviva.
Un guijarro aplastado, pulido, bien fino
encontrado una tarde en medio del camino.
Una piedra de río con capas de mica.
Una piedra de mar incrustada de nácar.
Un piedrón. Un piedrín. Un cuarzo. Una turquesa.
Una piedra lunar. Una piedra sorpresa.
Video
No queremos que nos persigan (Néstor Perlongher)
Ya no (Idea Vilariño)
Pido disculpas... (Luis Alberto Spinetta)
Azul el aire... (Hugo Gola)
los árboles
los pastos
azul elcielo
tus ojos
mis manos
azul el humo
y estas largas vías despobladas
y este tren que me lleva
azul el sol
azul azul
toda esta niebla
extendida hasta el cielo
desde mi corazón azul
desde mi aliento
Azul hundido en mí
gritando
azul abierto bajo mis pies
azul ceñido
opaco
muralla azul
límite azul
que subes
y que subes
pero de pronto
llegas
y te toco
con mis dedos azules
Me hundo en ti
me olvido en ti
y vuelvo a alcanzar aquel extremo azul
cuando la tarde
ya inclinada
derrama en el aire
su misterio.
Andan los relojes... (Gonzalo Millán)
Andan los planetas.
¿Cómo andamos?
Ando a tropezones.
Ando enfermo.
Ando con hambre.
Ando sin plata.
Ando andrajoso.
Ando sucio.
Ando solo.
Ando comiendo.
Ando huyendo.
¡Andate! me dijeron.
Andan tras de mí.
Ando por los andenes.
¡Andando!
Adiós.
Los Andes están nevados.
Siempre (Alejandra Pizarnik)
Miedo (Pedro Guerra)
Tienen miedo de la sombra y miedo de la luz
Tienen miedo de pedir y miedo de callar
Miedo que da miedo del miedo que da
Tienen miedo de la noche y miedo del azul
Tienen miedo de escupir y miedo de aguantar
Miedo que da miendo del miedo que da
El miedo es una trampa que atrapó al amor
El miedo es la palanca que apagó la vida
El miedo es una grieta que agrandó el dolor
Têm medo da vida e medo de morrer
Têm medo de ficar e medo de escapulir
Medo que dá medo do medo que dá
Medo de espera e medo de partir
Têm medo de correr e medo de cair
Medo que dá medo do medo que dá
O medo é uma casa aonde ninguém vai
O medo é como un laço que se aperta em nós
O medo é uma força que não me deixa andar
Tienen miedo de encontrarse y miedo de no ser
Tienen miedo de decir y miedo de escuchar
Miedo que da miedo del miedo que da
Têm medo de amarrar e medo de quebrar
Têm medo de exigir e medo de deixar
Medo que dá medo do medo que dá
O medo é uma armadilha que pegou o amor
O medo é uma chave que apagou a vida
O medo é uma brecha que fez crecer a dor
El miedo es una casa donde nadie va
El miedo es como un lazo que se aprieta en nudo
El miedo es una fuerza que me impide andar
Medo de dobrar a esquina
Medo de ficar no escuro
De passar em branco de curzar a linha
Medo de se achar sozinho
De perder a rédea a pose e o prumo
Medo de pedir arrêgo
Medo de vagar sem rumo
Ou escondido no porão
Medo circulando nas veias
Ou em rota de colisão
Medo é de deus ou do demo?
É ordem ou é confusão?
O medo é medonho
O medo domina
O medo é a medida da indecisão
Medo de calar a boca, medo de escutar
Medo de passar a perna, medo de cair
Medo de fazer de conta, medo de iludir
Medo de deixar por fazer
Medo de amargurar pelo que não se fez
Medo de perder a vez
Medo de fugir la raia na hora h
Medo de morrer na praia depois de beber o mar
Medo que dá medo do medo que dá
Medo que dá medo do medo que dá
Medo que medo que dá
Dá medo o medo que deu o medo que dá